Uno de ellos me cuenta que ha intentado dar de alta la que será su morada en la empresa municipal de aguas a través de internet, y tengo su beneplácito para explayarme en el blog 8^)
A este hombre le viene bastante mal desplazarse de punta a punta de la ciudad en el escaso horario de atención pública que tiene esta gente, de 9h a 14h de lunes a viernes, para hacer un pago y dar un par de datos, así que lo ha intentado gestionar a través de la red, ya que el servicio nominalmente existe.
Tras dar todos los datos le solicitan que envíe copia de su cuenta corriente y DNI por fax o correo ordinario. No se aceptan escaneos, no se acepta el correo electrónico; el fax qué gran invento (del que todos disponemos) y, sobre todo, el correo ordinario: deposite sus datos personales y financieros en un sobre, cruce los dedos y espere. Todo muy seguro y muy de fiar.
Sigue contándome que después tiene que satisfacer un pago, y hacer llegar dos facturas (no le adelantan cómo, aunque todo apunta al correo ordinario) a la empresa municipal, firmadas de su puño y letra, ya que sin que estas facturas obren en poder de la empresa no se confirma el servicio.
Así que la víctima preferiría entregarlo en mano, para asegurar que sus datos, nuevamente, no andan de aquí para allá y, sobre todo, para tener certeza de que el trámite se ha realizado correctamente, que esta empresa al parecer no se lo comunica.
Vamos que esto de e-ventanilla tiene justo la fachada, porque luego hay que acabar pasando físicamente sí o sí, y tomándose un monton de molestias porque no se aprovecha ninguna de las ventajas de hacer el proceso digitalmente.
La historia concluye con mi colega personándose en la empresa de aguas municipales, dándose de alta y pagando allí mismo en un tiempo record de 7 minutos, desde que entra hasta que sale y un coste de 2 horas y 10 minutos perdidos de trabajo.
Y que para saber si le han dado el alta que, de vez en cuando, abra la llave general y algún grifo, que "cuando salga agua es que ya está", para que luego digan que la mecánica cuántica es difícil: a la porra el Verschränkung, la paradoja y el gato de Schrodinger.