viernes, 26 de marzo de 2010

El grifo de Schrodinger

Son muchos los amigos que andan de mudanza o poco les queda, así que son varios también los colegas que andan mareados de aquí para allá haciendo trámites de todo tipo.

Uno de ellos me cuenta que ha intentado dar de alta la que será su morada en la empresa municipal de aguas a través de internet, y tengo su beneplácito para explayarme en el blog 8^)

A este hombre le viene bastante mal desplazarse de punta a punta de la ciudad en el escaso horario de atención pública que tiene esta gente, de 9h a 14h de lunes a viernes, para hacer un pago y dar un par de datos, así que lo ha intentado gestionar a través de la red, ya que el servicio nominalmente existe.


Tras dar todos los datos le solicitan que envíe copia de su cuenta corriente y DNI por fax o correo ordinario. No se aceptan escaneos, no se acepta el correo electrónico; el fax qué gran invento (del que todos disponemos) y, sobre todo, el correo ordinario: deposite sus datos personales y financieros en un sobre, cruce los dedos y espere. Todo muy seguro y muy de fiar.

Sigue contándome que después tiene que satisfacer un pago, y hacer llegar dos facturas (no le adelantan cómo, aunque todo apunta al correo ordinario) a la empresa municipal, firmadas de su puño y letra, ya que sin que estas facturas obren en poder de la empresa no se confirma el servicio.

Así que la víctima preferiría entregarlo en mano, para asegurar que sus datos, nuevamente, no andan de aquí para allá y, sobre todo, para tener certeza de que el trámite se ha realizado correctamente, que esta empresa al parecer no se lo comunica.


Vamos que esto de e-ventanilla tiene justo la fachada, porque luego hay que acabar pasando físicamente sí o sí, y tomándose un monton de molestias porque no se aprovecha ninguna de las ventajas de hacer el proceso digitalmente.

La historia concluye con mi colega personándose en la empresa de aguas municipales, dándose de alta y pagando allí mismo en un tiempo record de 7 minutos, desde que entra hasta que sale y un coste de 2 horas y 10 minutos perdidos de trabajo.


Y que para saber si le han dado el alta que, de vez en cuando, abra la llave general y algún grifo, que "cuando salga agua es que ya está", para que luego digan que la mecánica cuántica es difícil: a la porra el
Verschränkung, la paradoja y el gato de Schrodinger.

2 comentarios:

  1. Por desgracia para tanto nuevo abonado Amvisa es una empresa de titularidad municipal, así que es muy posible que la persona que te atiende, junto con toda la cadena posterior de toma de decisiones hasta llegar a los subcontratados que te han de girar la llave y darte agua de verdad, toda esa cadena digo, son funcionarios o como si lo fueran. Para lo malo, quiero decir.

    Otro ejemplo de lógica funcionarial de la urge que rige Patatistán.

    A mí me pasó algo parecido en el registro municipal donde guardan todo lo relacionado con el Casco Viejo (que curiosamente está en las universidades). Me trajeron los planos de mi casa de entonces, un primor hecho a mano de la primera década del siglo XX. La señora que me atendió me explicó muy seria que podía tocarlos con mis dedazos llenos de panceta y perdigonearlos con mis toses todo lo que quisiera, podía hacerles fotos con 30 flashes asíncronos si quería, pero no podía fotocopiarlos porque el proceso deteriora los materiales. Hala. Chúpate esa.

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  2. Me parece tremendo es que no haya un archivo digitalizado de todos esos planos amanuenses, que hay métodos de escaneo poco o nada nocivos para el original, para luego poder mirar, imprimir y toquitear la copia bien a gusto.

    Lo que es indignante es que dejen magrear los originales, luego tocará llorar, digitalizar retales, recomponer y gastar el triple de tiempo y dienro. ¡Ay!

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